Mapa de Movilidad en Bicicleta de Pamplona y Barañain y sus Puntos Peligrosos

sábado, 11 de junio de 2016

POR 1000 EUROS AL MES PAMPLONA NO TENDRA PATRULLA CICLISTA

Como lo lees. Lo que se gasta el Ayuntamiento al mes en el gasoil de 4 o 5 coches patrulla de la Policía Municipal. Menos de lo que se gasta al mes en papel que podría ser prescindible. 20 veces menos de lo que cuesta al mes tener un depósito de grúas en un parking subterráneo (230000€ al año), teniendo solares municipales que no cuestan nada y que cumplirían con la función perfectamente (¿os acordáis de dónde estaba antes el depósito de grúas?). Menos de lo que se ahorraría en costes de gasoil, seguros, mantenimiento y reparaciones de los coches patrulla que se dejarían de utilizar por ser sustituidos por bicicletas. Mucho menos de lo que cuestan los dos Policías Virtuales (100000€ en total) que se instalaron como cabinas telefónicas para poder llamar a la policía, en pleno siglo de las telecomunicaciones personales portátiles. 20 veces menos de lo que costaron 2 barreras con lector de matrículas colocadas a la entrada del garaje de la Policía Municipal que nunca han llegado a funcionar correctamente y que acabaron desactivadas pero testigos del despilfarro. Esto es, únicamente, lo que separa a nuestra ciudad de seguir la estela, cada vez más lejana por cierto, de aquellas ciudades avanzadas en estas materias. Un gasto inasumible. El chocolate del loro.

En el siglo de las telecomunicaciones portátiles, mantener este servicio es lo que Pamplona necesita sin duda...

La cuestión de la patrulla policial en bicicleta es algo que no lo ha pedido en ningún momento el colectivo policial de Pamplona. Nunca ha sido bien vista por los altos mandos no políticos de la Policía Municipal. Por eso no se ha llevado a cabo en Pamplona en el pasado. Es importante enfatizar este hecho diferencial con respecto a cómo se ha montado este tipo de patrulla en otras localidades navarras. En Egüés, Barañáin, Zizur o Tudela, han sido decisiones tomadas por la jefatura de sus policías locales, impulsadas en muchos casos por los propios jefes que patrullan también a pedales. Esa es la primera gran diferencia.

Pero no menos importante es la segunda diferencia fundamental entre el fiasco de Pamplona y el resto de localidades cercanas: en las localidades con polibicis se ha optado por una fórmula razonable en la que se prima completar primero un patrulla en furgón y si hay suficientes efectivos entonces se sale en bicicleta también. El patrullaje en bicicleta queda subordinado a que haya ya un patrullaje en coche patrulla. Por lo tanto, los policías que hagan esos servicios saben que no siempre podrán hacer su trabajo en bicicleta, pues los efectivos en policías pequeñas suelen ser escasos. Muchas veces también harán servicios esporádicos en bicicleta, por su especial adecuación a los mismos, como pueden ser servicios de tráfico en fiestas (gigantes, etc...), manifestaciones o eventos deportivos, volviendo tras ese servicio al patrullaje policial ordinario en coche. Resumiendo, no es un servicio a tiempo completo generalmente, sino más eventual y adaptado a las necesidades puntuales de ciertos eventos y a la bonanza climática.

PM Barañáin.

En el caso de Pamplona el planteamiento del patrullaje en bicicleta es muy diferente. La bicicleta vendría a sustituir a la patrulla a pie a todos los efectos, patrulla a pie que se realiza a turno completo, mañana y tarde. Por lo tanto, el patrullaje en bicicleta sería a tiempo completo, durante todo el turno de trabajo, sin posibilidad de ser sustituida por patrullaje en coche, ni estar subordinada a patrullajes ordinarios motorizados. Siempre se iría en bicicleta, excepto en condiciones climáticas adversas en las que se llevaría a cabo a pie. Y se llevaría a cabo durante todo el año, a diferencia también de en otros lugares en los que sólo se contempla este tipo de patrullaje cuando hace buen tiempo (generalmente primavera-verano). Por ello, aquel policía que asuma ese servicio sabe de antemano que nunca se va a mover en vehículo a motor, nunca va a disfrutar de calefacción o aire acondicionado, y que sus desplazamientos van a ser por sus propios medios siempre. Estas condiciones son más duras que las de cualquier otro que trabaje en furgón policial, o de aquellos que lo hagan en oficinas policiales. Y también son más duras que las de aquellos otros policías de la Comarca que trabajan (ocasionalmente) en bicicleta.

Pero las condiciones impuestas por la concejalía que dirigen Aritz Romeo y Xabier Ibáñez van más allá. Proponen un grupo de 10 policías para llevar a cabo el patrullaje en bicicleta, con un mínimo de 4 policías trabajando cada día, los 7 días de la semana, en un único turno. Esto conlleva cambios de turno forzados para los policías del grupo ciclista, sincronización de los días de trabajo para cumplir los mínimos de 4 policias ciclistas al día, sincronización del periodo vacacional que en muchos casos ya está planificado y pagado, alteración importante de la conciliación familiar y precarización de las condiciones de trabajo, pasándose de patrullar a pie unos días y en furgón policial otros, a patrullar todos los días en bicicleta (o a pie si las condiciones atmosféricas son desfavorables). Condiciones como se puede ver muy diferentes a las de las patrullas policiales de otros municipios próximos. Es indiscutible que se ha pedido un esfuerzo importante a los voluntarios para sacar adelante el servicio sin contemplar un premio a esa voluntariedad y esfuerzo. Se les intentó hacer ver que era razonable dar unos 100€ al mes como reconocimiento al esfuerzo, 1000€ al mes para cubrir todo el grupo ciclista, pero al parecer eso es una cantidad astronómica e inasumible. Ante esta situación no sorprende que sólo se haya presentado un policía voluntario para ese servicio.


Llegados a este punto hay que volver a hacer énfasis en que el colectivo policial de Pamplona no ha pedido patrulla ciclista en ningún momento. La decisión de ponerla en marcha ha sido totalmente política, anunciada a bombo y platillo demasiadas veces en todo medio de comunicación que se ha prestado a ello. Una medida, la del patrullaje policial en bicicleta, que estaba incluida en el programa electoral de Bildu, y también incluida expresamente (punto 88) en el acuerdo de gobierno de los 4 partidos políticos que sustentan el Ayuntamiento actual. Por lo tanto, la responsabilidad del fracaso en la patrulla ciclista debe recaer exclusivamente en una pésima gestión política del asunto. No han sabido entender que si se quiere hacer algo que modifica (precariza) sustancialmente las condiciones de trabajo en la Policía Municipal, se debería pensar en qué se va a dar a cambio, máxime cuando ellos son los principales interesados y beneficiados. No estaría de más pensar, analizar, calcular y ponderar de manera interna antes de anunciar semejante medida a la opinión pública, pues lo que se ha conseguido es, una vez más, dañar la imagen de la Policía Municipal de Pamplona (chiste de Oroz incluido), incumplir sus promesas electorales y de gobierno, hacer el ridículo y en, último término, engañar al ciudadano, haciéndole creer que la patrulla ciclista era ya una realidad, cuando no lo es ni de lejos.

Grande Oroz.

La reacción ha sido la de anunciar un aplazamiento forzado de la introducción de la patrulla ciclista, que se estudia sea realizada por auxiliares de policía. Teniendo en cuenta que hay 5 auxiliares en toda la Policía Municipal, repartidos en distintos puestos, el número queda muy lejos para cubrir esas 2 parejas que proponían. Al final va a resultar que por no gastar 1000€/mes en un complemento para 10 policías, van a gastar 1300€/mes por auxiliar nuevo a contratar, para poder llegar al número previsto. Lo que podía costar x va a costar 4 ó 5x. Y no olvidemos que un auxiliar de policía no es un policía.

Una nueva manera de hacer el ridículo y engañar al ciudadano...

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