La resignación del Todopoderoso

Recientemente me ha llegado una fotografía de un colaborador de SDC? que me ha motivado a dedicarle unas cuantas líneas:

En principio ninguna cosa especial. Un ciclista en Pamplona, circulando por una acera no marcada y por lo tanto en teoría prohibida para bicis.
La fotografía está tomada en la calle Vuelta del Castillo, entre Avenida Bayona y Pío XII.

Ver a un ciclista en esta ciudad circulando por una acera normal no llama a nadie la atención, ni a peatones, ni a ciclistas, motorizados, policía o responsables políticos... y ello a pesar de que está prohibido.

Pero en esta ocasión los tiros van por otro lado: el ciclista que viste de amarillo en las mangas y negro el resto no es otro que Simón Santamaría, el todopoderoso jefe de la Policía Municipal de Pamplona. No voy a criticarle por circular por una acera prohibida, pues yo soy el primero que os recomiendo que lo hagáis si queréis seguir perteneciendo a este mundo, aunque sé que está prohibido yo también. La calzada es peligrosa si vas en bici porque las velocidades relativas de tu bici con respecto a la de los motorizados es muy dispar.

Eneko Astigarraga define el concepto de autopistas urbanas: calzadas dentro de ciudad que se asemejan más a una autopista al uso que a lo que deberían ser: calles de una ciudad. Y él defiende que los ciclistas debemos ocuparle sitio al motorizado para que estos se conciencien de que existimos y de que nos tienen que respetar.
Desde mi punto de vista esa idea es correcta, pero obvia que los motorizados no nos van a respetar porque sí. Y de ahí que sigan habiendo atropellos a diario en la ciudad. No se cumplen las condiciones de respeto y educación deseables para que el uso de una bicicleta por calzada sea lo más normal del mundo. Por ello, la única solución que existe actualmente, viendo el grado de respeto y educación que existen, es quitar espacio al motorizado para dárselo al ciclista y al peatón. Restringir el uso de una máquina ruidosa, peligrosa y contaminante para aumentar el uso de otros medios de transporte.
Esta idea no está reñida con la de Eneko, sino que desde mi punto de vista, es el paso previo a lo que él propone.

Retomando la foto que me ha motivado a escribir esto, es muy gráfico que el propio Jefe de la Policía Municipal circule por la acera. No le importa lo que dice la Ordenanza de Tráfico o la Ley de Seguridad Vial, lo que sí le importa es su propia integridad física. Por eso decide circular por la acera. Admite pues que en Pamplona no se dan las condiciones para circular por las calzadas con seguridad y legitima con su comportamiento a los que circulamos por la acera, que por cierto, somos la inmensa mayoría de los ciclistas urbanos en esta ciudad.
Lo que sí es significativo es que el propio Jefe de la Policía se resigne a apartarse a una acera, y circule por ella, cuando en varias ocasiones ha afirmado que los que andan en bici por Pamplona son una minoría. Y lo haga ignorando los múltiples requerimientos que yo le he realizado en forma de informe en mi trabajo y de las miles de quejas que existen con el tema ciclista urbano en Pamplona en el teléfono 010. Demuestra una falta de visión de la ciudad importante, un alejamiento de la realidad de Pamplona y una falta de ideas considerable para con el tema ciclista. De hecho, afirma no haber ningún problema con las bicis en Pamplona. Así nos va....

Lo que tampoco me extrañaría demasiado es que cualquier día de estos, motivado por el atropello de algún ilustre, vip, votante de cierto partido o familiar de por parte de un ciclista, Simón ordene una campaña de denuncia masiva de aquellos ciclistas que circulan por la calzada. Será algo temporal hasta que se le pase la venada, para volver de nuevo al olvido de la bicicleta en Pamplona. 

Sí, Simón, hay ciudadanos en esta ciudad que ya deberías conocer con el tiempo que llevas en tu cargo, miles por cierto, que se mueven a diario en bici por la ciudad. A pesar de haberlas apartado al olvido municipal. ¿Hasta cuándo seguiremos así?